Por la tarde, las calles amarillas de sabor medieval, absolutamente vacías y realmente silenciosas, con sus gigantescas aldabas broncíneas y sus patios resguardados a la vista, hacen imaginar esplendores pasados, antes de que la nobleza descubriera que desde La Valeta se controla la isla entera mucho mejor.
Si un marinero es mar,
rubio mar amoroso cuya presencia es cántico,
no quiero la ciudad hecha de sueños grises;
quiero sólo ir al mar donde me anegue,
barca sin norte,
cuerpo sin norte hundirme en su luz rubia.
(Luis Cernuda)
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03 octubre 2008
Algunas cosas sobre Malta (IX)
Por la tarde, las calles amarillas de sabor medieval, absolutamente vacías y realmente silenciosas, con sus gigantescas aldabas broncíneas y sus patios resguardados a la vista, hacen imaginar esplendores pasados, antes de que la nobleza descubriera que desde La Valeta se controla la isla entera mucho mejor.
Qué aldabas, qué puertas!!!!
ResponderEliminarVeo que la cámara nueva, ha rendido frutos en este bellisima incursión.
ResponderEliminarLindas fotos y muy buena descripción.
Besosssss
Gizz
Fíjate que me están entrando ganas de ir a Malta.
ResponderEliminarTe podías hacer maestro de hordas, ¡lo que iba a salir ganando la humanidad!
ResponderEliminarNo habiendo estado nunca, empiezo a sentirme como en casa, cada vez que nos dejas algo nuevo sobre Malta.
ResponderEliminarGenial, genio.
Besitos