
Qué bien se está en otoño,
en medio de todas las cosas:
entre bochornos ocasionales
y chaparrones ventosos,
ahogado en melosos marrones de hojarasca,
en el cruce de los restos pretéritos
con los indicios del porvenir,
perdido en la nada
en la calidez de la chimenea,
arrullado por el estruendo del mar altivo
al ocaso del sol oculto por fina bruma,
escuchando sin prisa el sonido de tus recias pisadas,
mientras de los árboles caen
hojas amarillentas que van cubriéndome despacio.
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es que es lo mejor del año, sin duda
ResponderEliminarUFFFFF!!!!!
ResponderEliminarDespués de este poema, provoca dejar este trópico, y regresar corriendo a mi Madrid.
Bello!
Un beso grande
Gizz
En la belleza del otoño, colores y sonidos que serenan el espíritu. Pocas cosas hay que me gusten más.
ResponderEliminarEso de que es lo mejor del año, habría que verlo!!!
ResponderEliminarA mi me deja como a esas hojas que caen de los árboles y van vagando sin rumbo, perdidas en medio de la nada.
En mitad de todas las cosas; y si miras hacia atrás estarás melancólico... y si hacia adelante, insoportable, como un niño llenico de azúcar.
ResponderEliminarMe gusta tu taberna; junto al mar.
Abrazos, de mar a mar
y donde un descanso tiene un valor exquisito y único
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