Entre dos extremos
Queremos movernos entre dos extremos sin alejarnos mucho del camino del medio. Encontramos paz y tranquilidad cuando no nos acercamos demasiado a la exagerada abundancia o a la cruda penuria. Nos parece que en el punto medio entre los dos polos opuestos está la suprema virtud. Así será.
Sin embargo, cuando el camino se retuerce y no nos queda otro remedio que asomarnos de forma peligrosa al abismo, no sabemos mantener la calma, no sabemos disfrutar del paisaje sobrecogedor, no nos damos cuenta de que no es más que un tramo más que nos ha tocado transitar. Saldremos bien si así lo quiere el destino. O no.
Y si por alejarnos demasiado rápidamente del borde del precipicio vamos hasta el lado contrario, sentimos miedo de golpearnos con paredes de granito, pánico a rasgarnos los cuerpos, espanto a fracturarnos los huesos.
Volvemos a dar un salto hacia el centro de la senda, en busca de tranquilidad y descanso, y tendemos tanto al medio del camino, que no hacemos más que vivir la vida a medias.
5 Comentarios:
O no.
Ufffff!
Que bueno que descase de la viajadera y ustedes retornaron.No hay nada mejor en las mañanas que un café un chocolate y ta taberna.
Claro el chocolate me lo quito Naturhause, pero la tabarna...primero muerta!!!!!
PD busco profesor (a) para vivir en el centro
Vivo rasgada y fracturada
BESOSSSSSSSSS
Gizz
Tal vez "el medio del camino" sea en realidad "el miedo del camino".
Jodío Zendo.
Jobar yo intentando centrarme, acomodándome en medio de la lectura.. y me hás matao con el final.
Tienes razón Zendoia, tienes razón.
¿Podemos vivirla de otra manera?
Yo no sé hacerlo, jopetas!!!
Muacs
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