Súbitamente
Casi siempre nos atrapa súbitamente
la niebla que se adhiere a las hojas de los árboles
como una cascada que surge de pronto
entre las pendientes montañosas.
De pronto, surgida de las piedras colocadas
recordando a los muertos
se nos aparece la fortuna agazapada,
temblorosa
como el vuelo de las mariposas envejecidas.
Una voz nos recuerda, involuntaria,
que ha llegado la hora,
o que falleció aquel vecino que quería vender su huerto,
o que en el encierro una vaca
ha golpeado gravemente a un mozo hasta matarlo.
Mientras una pequeña lagartija
esquiva con precisión las piedras del camino,
nos vuelve a atrapar súbitamente la niebla.
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5 Comentarios:
joder, vaya escalofrío
CHAPEAU
Muy bello!!
Pero... por cual altura anduviste deambulando?
Bueno, la verdad que importa donde, lo que importa es como..y el poema es bellisimo
Un beso Gizz
Qué humedad!
A mí me encantan esos días tristes, nublados, grises, con niebla, tan melancólicos.
Que le voy a hacer...
Besitos
me da miedito...
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