22 de noviembre
Otra vez las torres de cristal
que se pierden en lo oscuro,
hacia arriba,
entre nubes grises
que no dejan amanecer.
Algunas ventanas con luz amarillenta
de comedor o dormitorio,
tras cortinas polvorientas.
Y abajo los árboles con cuatro hojas,
secas ya, o podridas,
que el viento helado sacude
pero se aferran con la fuerza
de un moribundo a la sábana,
con las manos como tenazas.
Otra vez vuelve el olor a hospital
y a flores.
Otra vez noviembre.
Hoy hace siete años.
que se pierden en lo oscuro,
hacia arriba,
entre nubes grises
que no dejan amanecer.
Algunas ventanas con luz amarillenta
de comedor o dormitorio,
tras cortinas polvorientas.
Y abajo los árboles con cuatro hojas,
secas ya, o podridas,
que el viento helado sacude
pero se aferran con la fuerza
de un moribundo a la sábana,
con las manos como tenazas.
Otra vez vuelve el olor a hospital
y a flores.
Otra vez noviembre.
Hoy hace siete años.
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3 Comentarios:
Ánimo para el paso del tren de la memoria.
Se dice que el paso del tiempo todo lo borra.
Pero siempre quedan cosas imborrables.
beso
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