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Por fin, la amenaza ha llegado. Una fuerte galerna ha hecho cambiar el sentido del viento, el aire se ha enfriado y han caído las primeras gotas de lluvia. Rápidamente hemos recogido las mesas y sillas de la terraza, y nos hemos cobijado dentro del bar, al abrigo del vendaval, con un café y una copa, mientras contemplábamos la tormenta a través de la gran cristalera y cantábamos baladas recordando a viejos lobos de mar.
En la intimidad de nuestro refugio, hemos celebrado el último brindis del día. Y ahora que ha amainado la tormenta y nos toca recoger, pensamos en silencio: bonito día el de hoy. Gracias por haber estado aquí. Sin vuestra presencia, esto no hubiera merecido la pena, ¿verdad, compañero?
10 Comentarios:
Un placer el vino y la compañia. Enhorabuena y un beso para los dos.
Brindo con mi copa a revosar de sueños mientras el mar crece con fuerza...
mientras las gotas de lluvia se funden con el baile de las olas, mientras las gaviotas buscan guarida...
Brindo con mi copa a revosar de melancolía por lo que no brinde, por lo que no vivi, por lo que dejé de soñar...
Brindo con mi copa cuando cae el día porque este refugio me gusta, me calienta, me zambulle en el silencio...
Se para el tiempo y saboreo el dulce amargor de la vida que burbujea en mi copa.
Salud compañeros
Grata compañía, buena bebida, pintxos sabrosísimos... que más queremos??
Ha sido un placer inaugurar esta taberna y reir mientras contemplamos el azul... y si llueve tos p'adentro que también se está bien, siempre que no falte nadie.
Joses y amigos, un placer... A por la siguiente ronda.
Parece que ya está todo recogido. No, la puerta sigue abierta.
Sacaré una silla y me sentaré en esta terraza a contemplar la puesta de sol.
¿Habrá alguien que me sirva un café para entrar en calor? Empieza a soplar una brisa fría.
Al llegar veo que han dejado en una mesa una botella de vino, un termo con café, otro con té y unas mantas junto con una nota que dice: “Estáis en vuestra casa, serviros lo que queráis, volvemos mañana”
Dejaré a un lado el café. Me pondré una copa de vino. Está oscureciendo, la luna comienza a reflejarse en el agua, pronto saldrán las estrellas.
Nunca digas “el último brindis del día” siempre pasará algún caminante en busca de sosiego y un buen vino. Levanto mi copa y brindo por el mar, el sol y las estrellas que pueblan este lugar.
Se está tan bien aquí.
Vivo frente al mar, que mejor sitio para vivir, me va a gustar esta taberna, espero que huela a madera vieja, a sal, y a vino. Aquí me quedo. Besos
Pues con galerna y todo hoy si ha sido un buen día.
Un buen día con sabor a salitre compartido con amig@s y mirando al mar. Que sigan murmurando las olas.
Brindo por la esperanza que me llevo al descanso de que mañana sea otro buen día.
Pues ¡salud! Qué más se puede decir a este par inigualable?
Mar, taberna, luna menguante, buena compañía...
Y los amig@s que van y vienen, nos abrazan y siguen el periplo. Pero vuelven, volvemos.
Hasta mañana.
Menudo resacón tengo esta mañana, tanto brindis tanto brindis hasta la madrugada.
Me duelen todos los huesos de dormir en el suelo con el caso de dormir.
Salgo fuera lleno mis pulmones con aire con olor a mar y el fresco y la brisa
húmeda me despejan.
! joder, que bien estoy ¡
Verdad, compañero, cuanta verdad.
¡ PERO SE HAN IDO TODOS SIN PAGAR !
Esta ronda corría por vuestra cuenta. Quejas al maestro armero que ronda cerca, por el puerto dicen...
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