Isla de anzuelos
Hoy has traído a nuestra casa
la galerna y el viento salado.
Hoy has traído la risa,
una risa cansada y silenciosa
que tiene más de recuerdo que de risa:
enmudeces y pierdes la mirada
y entonces ríes
y esa risa viene llena de paseos
en bicicleta
por senderos y bahías,
camino del faro,
de tardes eternas con amigos.
Hoy trajiste un abrazo a nuestra casa,
una conversación,
trajiste tu corazón en un teléfono,
y le hablaste en vuestra lengua secreta.
Hoy has desparramado por el aire
palabras mágicas que destruyen el humo de las fábricas:
Sakoneta, Tokiberri, Lerin, Hondarribia,
palabras que se elevan hacia el cielo,
y vuelan alto y escapan y explotan sobre los edificios.
Hoy trajiste la nostalgia por un pasado
que no hemos compartido
pero que desgranamos
y vamos lentamente haciendo nuestro.
Hoy no he tenido que esperar tu carta en el buzón.
la galerna y el viento salado.
Hoy has traído la risa,
una risa cansada y silenciosa
que tiene más de recuerdo que de risa:
enmudeces y pierdes la mirada
y entonces ríes
y esa risa viene llena de paseos
en bicicleta
por senderos y bahías,
camino del faro,
de tardes eternas con amigos.
Hoy trajiste un abrazo a nuestra casa,
una conversación,
trajiste tu corazón en un teléfono,
y le hablaste en vuestra lengua secreta.
Hoy has desparramado por el aire
palabras mágicas que destruyen el humo de las fábricas:
Sakoneta, Tokiberri, Lerin, Hondarribia,
palabras que se elevan hacia el cielo,
y vuelan alto y escapan y explotan sobre los edificios.
Hoy trajiste la nostalgia por un pasado
que no hemos compartido
pero que desgranamos
y vamos lentamente haciendo nuestro.
Hoy no he tenido que esperar tu carta en el buzón.
8 Comentarios:
Y la luz de la bahía.
Que envidia de casa el fin de semana.
Llena de amor del bueno.
Y de bendita amistad locura.
También amor del bueno.
Como me alegro por vosotros amigos.
Me he sentido cerca.
Gracias por compartirlo.
Abrazo entrañable a ambos.
no hay cartas en el buzón, habeis dejado las calles de Madrid llenas de palabras... camino y os leo en las paredes, en las farolas, en el asfalto, hoy el viento está cargado de toda la vida que compartisteis durante unas horas.
Sobre todo, traje una tonelada de ilusión, y en vuestra casa se multiplicó por infinito.
Porque hicisteis que esa casa fuera mía y de mi corazón, eskerrik asko, lagun.
Por el pasado, y por el futuro, enriquecidos en este enterno viaje. Esta taberna del presente cada vez me gusta más.
No estaba previsto que leyera usted esto hasta el viernes, pero como es un ratoncito husmeador....
Me dejás sin palabras... ¡a mi! que las construyo al sur del mundo... que las hago viajar hasta esta taberna, a esas islas que ya son mi morada en mis sueños... siempre navegando a pesar de temerle al mar... siempre hacia la isla de sentimientos que me aguarda...
Trajiste el aroma del mar,
la sal y la arena,
las olas (una detrás de otra, siempre).
Y el silbido de las gaviotas.
Todo te lo trajiste, tierra adentro,
y aquí lo has dejado.
Aquí continuará cuando te hayas ido.
Y las caracolas nos susurrarán tus poemas,
a la luz de una luna reflejada en un mar de plata
que has dejado enmedio de esta isla.
Pero el mar siempre vuelve,
y trae las palabras que cerraste
en mil botellas de vidrio verde.
No te olvides de dejar siempre
abierta la puerta norte del horizonte.
Con la ilusión que un niño espera en la noche de reyes, porque llegue pronto mañana para abrir sus regalos, así esperamos el regalo de tu presencia.
Aún sigo creyendo en los Reyes Magos.
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