Labios
Sólo por la luz que las riberas
encauzan entre los enhiestos abedules
hasta desparramar sus dorados reflejos,
y por el murmullo desmayado
que el regato arremolina allá al fondo,
sabrás que te he traído para algo,
que no ha sido casual nuestro paseo.
Descubrirás que allí,
un poco más cerca del acantilado,
una llanura se abre bajo el cielo,
rodeada de frondosos (y amenazadores)
delirios vegetales.
Sólo entonces hallarás que tus labios,
como una tierna flor que a mis labios se abre,
desde un primer momento, nacieron para esto.
Y entre el rumor incierto
de agonías sonoras y secretos,
la verdad que ocultabas
refulgirá divina y quizá ya marchita
3 Comentarios:
¡Ay, esos frondosos delirios vegetales de los días festivos!
Con semejante beso no creo que se marchite nada.....
lo malo es si después te tiran por el acantilado
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