La realidad
En el cenicero, una cerilla usada
y los restos del cigarro,
últimos remolinos de humo
en el seno del aire que entra por la ventana.
Alguien ha estado aquí no hace mucho,
en la radio una voz
platica con acento extranjero,
una mosca osa realizar un pequeño viaje
desde la cocina al pasillo,
se escuchan los pasos del vecino
bajando las escaleras del portal
tras girar la llave de la puerta de su casa,
así es la realidad,
solitaria, llena de sonidos extraños
y escasa en voces conocidas,
desfigurada por corrientes de aire
en la plácida hora de la sobremesa.
y los restos del cigarro,
últimos remolinos de humo
en el seno del aire que entra por la ventana.
Alguien ha estado aquí no hace mucho,
en la radio una voz
platica con acento extranjero,
una mosca osa realizar un pequeño viaje
desde la cocina al pasillo,
se escuchan los pasos del vecino
bajando las escaleras del portal
tras girar la llave de la puerta de su casa,
así es la realidad,
solitaria, llena de sonidos extraños
y escasa en voces conocidas,
desfigurada por corrientes de aire
en la plácida hora de la sobremesa.
5 Comentarios:
me encanta esa hora en la que parece que ya se ha vencido el día
Mola ese silencio que no lo es y se oyen las carcomas dentro de las vigas.
me gusta la foto.
la belleza está en el lugar más insospechado...
La realidad... esa que nos hace percibir todo aquello que hace unos instantes parecían no existir; el humo del cigarrillo, los pasos del vecino, la mosca revoloteándo por corredor. Y quizá la percepciòn de otro aroma más intímo más profundo, más cercano y duradero.
Genial el tono. Genial el misterio de lo cotidiano. La emoción a flor de piel que agudiza todos los sentidos...
La foto no puede ser más apropiada.
Pero en este poema, como en las fotos que más me gustan, todo está fuera de campo, lo que ha ocurrido no se ve, y la curiosidad dispara la imaginación...
besinos
Publicar un comentario
<< La Taberna del Mar