La taberna del mar: Ouzo

27 enero 2010

Ouzo


Me pierdo en un inasible andantino
desacompasado y tierno como una oveja recién parida,
sacudo varias veces mi amor descapotable
y brillante a la cera,
que vadea los cálidos residuos
remontando, siempre remontando,
como un triste salmón sin papillote,
alcanzando vagos lagos de someras sombras
de petrolíferas profundidades irisadas,
profano cauces,
desvelo manantiales,
desfloro alondras,
manipulo mitras.
En un acceso pútrido y culpable
comprendo de repente
lo que las últimas páginas
de aquel testamento predijeron:
tú lo sabías, claro, como siempre,
y no dijiste nada.
Pero el dolor,
ese mismo dolor que alcanza
hasta lo más profundo,
que obliga a mi cerebro a reconocer
partes de mí hasta ahora inexistentes,
explota nuevamente contaminando todo.
Vergonzante caminar pausado,
deslumbrante perfil,
suaves caderas,
labios y vergas con sabor a ouzo,
implacables,
como élitros férricos sin engrasar,
como invisibles mandíbulas hambrientas,
me entrego al gozo
sin fin, culpable, pero vivo.
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4 Comentarios:

Anonymous Anónimo escribió...

¡Muy bueno!
Más que un andantino parece un presto vivace, turbado y aturdido. Bueno, así me he quedado yo.

1/27/2010 10:52:00 a. m.  
Blogger pon escribió...

Qué hot, Serrano. Ponme un agua fresquita porfa.

1/28/2010 11:44:00 p. m.  
Blogger Gizela escribió...

Bueno..José Luis...
Debería llenar de Ufffssss!!!! este cuadro.
Precioso!!!!!!
Besotessss

1/29/2010 06:48:00 p. m.  
Blogger Strawberry Roan escribió...

No te sientas culpable, en ese estado que cuentas, sólo hay que dejarse llevar, no te puedes resistir... Además, suerte la tuya que las vergas sepan a ouzo, señal de que están desinfectadas a la griega... hips, a tu salud!

2/02/2010 03:37:00 p. m.  

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