Recuerdo de días luminosos y tristes
Recuerdo, este día en el que el calor del sol
me abrasa desde el otro lado del cristal,
recuerdo, este primer día de verano,
aquellas vacaciones de un verano pretérito,
sin ti, las primeras que pasaba sin ti
– no las primeras que pasaba solo, eso no era nuevo,
sino las primeras sin tu amor,
por vez primera solo y perdido en la vida –
cuando la imposibilidad de estar así más tiempo
y la necesidad de ti, me impulsaron a telefonearte.
Tu voz al otro lado, ofreciendo un rayo de amor,
una simple sonrisa extendida por el cable,
¡qué felicidad!
Me preguntaste por el bochorno de aquellos días,
quisiste saber de mí, de mi soledad,
ahuyentando la tristeza de aquellos días luminosos pero tristes.
Mas yo sabía que al regreso no estarías conmigo,
que la felicidad era momentánea, no eterna,
que colgado el teléfono aquel día luminoso pero triste
seguiría pasando las horas,
como las rocas del cabo, inmóvil.
Sabía también que,
al igual que los percebes a las rocas, en las corrientes marinas,
así me había quedado yo, adherido a ti,
zarandeado por las vivencias cotidianas,
ahora hacia aquí, ahora hacia allá.
8 Comentarios:
...tengo tantos recuerdos de días intensamente azules, luminosos y a la vez devastadores... aún se me encoge el corazón recordándolos, pero como siempre, gracias, por hacer SENTIR, sin más...
Y de noches con los ojos abiertos de par en par a la negrura.
Pero que bien cuando por fin se acerca alguien y arranca el percebe...
Que felicidad cuando el siguiente verano planeas pasarlo acompañado.
Que gozo cuando los días tristes pasan al olvido...
No hay felicidad eterna,pero cuando existen ratitos en su compañía...qué explosión de dicha, de gozo, de todo...
La felicidad son sólo trozos de la vida colmados de ella... luego sólo hay tiempo de espera hasta la próxima oportunidad... pero el recuerdo de esa felicidad te hace vivir para hacer lo posible e imposible y llegar a ese próximo instante.
Vale la pena.
Pero llega un momento en el que es necesario que hasta los percebes sean libres.
Hay un momento en el que uno debe soltarse y buscar días alegres en otras playas.
Besos fuertes.
En los días tristes, basta recordar los día luminosos para que vuelva a brillar el sol.
La felicidad del pasado hace viajar en el tiempo y recordar aquellos momentos en la que todo era ideal...
En los momentos tristes pensar que has sido feliz, hace sentirse aun mas vivo y ver mas alla del horizonte
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