Hama
Junto al Orontes supe
que todas las gélidas mañanas del invierno
desmenuzan previsibles anhelos
para finalizar, mansamente,
ahogadas en un proceloso río dorado,
en este vergel,
donde las enormes norias de madera
emiten sus espantosos aullidos,
que no son de miseria o abandono
sino de aburrimiento.
Junto al Orontes,
las norias de Hama giran lentamente
elevando al paso de las aguas
a algún chiquillo que se acolgaja
y que asciende hasta casi no verlo
y desde arriba se lanza de nuevo al agua
y desaparece corriente abajo.
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3 Comentarios:
¡ay, las vueltas que da la vida!
qué lindo blog
un lindo en cuentro
saludos inmnensos!
Gira y gira la noria y su madera cruje, hinchada de agua, negra del sol, chorreándote.
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