Un billete de metro
Un billete de metro (2004)
Entre medallas de la virgen
y fotos de tamaño carné ya desfasadas,
entre monedas de Grecia ennegrecidas
y garabatos en papeles de cuadros,
entre recortes de periódico amarillentos
en los que aparecen brevemente
mi padre, mi madre o mis hermanos,
debajo de un perro de cerámica que encontré en la orilla en Santorini,
hay un billete de metro.
Un billete de metro vulgar,
con una fecha,
un billete de diez viajes en el que sólo aparecen marcados tres,
como si hubiera ido al aeropuerto sin billete de vuelta,
como si hubiera desaparecido entre los túneles y las escaleras mecánicas,
un billete con sólo tres viajes marcados,
un billete que pretendía usar sólo contigo,
pero nunca lo usé y allí quedó
entre postales de amigos que ya ni recuerdo.
Un billete que aún guarda tu mirada verde
y el brillo de tus ojos cuando nos despedimos,
que guarda tu media sonrisa
y algo de pesadumbre,
que guarda un beso furtivo
al bajar las escaleras,
un beso medio robado.
Todo lo guardo en una caja fuerte:
ese billete
y tu mirada inquieta cuando doblé la esquina.
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8 Comentarios:
Siete viajes que te quedan para buscar miradas inquietas.
Y yo que ya había oído hablar de este billete...
que bonito lo que has colgado el dia de san antonio, te sigo a ciegas, palabra a palabra
Cuantas historias, cuantas desgracias, amarguras, retazos de felicidad... miles de historias que, cada día, a millares, se entremezclan, pero no se juntan, en las profundidades de los túneles metropolitanos, gente sospechosamente callada, ignorando a las personas que le rodean, una soledad agorafóbica, pensamientos abstraidos y ensimismados; y entre tanto marasmo mental meditadamente solitario, un ojo que todo lo ve interpreta, sopesa, cabila, analiza a todos esos aparentes zombies que, por sus propios gestos y apariencias, nos cuentan su callada historia.
No os fiéis en el metro, nos miran siempre desde la cabina, aleatoria e inocentenmente ¡al menos en principio!
Has perdido la oportunidad de usar los siete viajes restantes, los billetes de metro tienen fecha de caducidad.
Debiste volver a viajar para conseguir que esa mirada inquieta se volviese sosegada, ahora,como dice una canción, solo te quedan "siete negros signos de interrogación".
Nota: Palabra de verificación que me ha salido: QUEMEMA, lo odio.
ay pobre, le diremos al verificador que no insulte a los habituales....
perdón
Cuántas miradas verdes por aquí.
Si supieras lo que llevo conmigo en mi bolso... Recuerdos de todo un año, también un billete de metro.
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