El rastro del barco, la estela
Un gran barco de pasajeros
y yo en la popa,
bien aferrado a la blanca barandilla
mirando al mar.
De debajo del buque
suben remolinos en desorden
moviendo una fina espuma blanca sin cesar,
y la espuma se queda meciéndose sobre el agua
mientras el barco se aleja.
Se percibe claramente en el mar abierto
la ancha y larga estela dejada por la nave,
desaparece en el fin del océano más allá del horizonte,
y en todo el espacio que abarca la mirada
el color del mar es azul marino,
y el del cielo, azul celeste.
No sé de dónde viene ni a dónde va este barco,
ni en qué mar navega,
no sé cuánto tiempo llevo a popa, asido a la barandilla,
la mirada perdida en el rastro de agua,
sólo sé que el buque se dirige hacia el nornordeste,
y que yo estoy sólo en la popa vestido de negro,
y que en el cielo el sol se mueve despacio,
y el barco, en el mar.
Desde la sala de máquinas bajo el nivel del agua,
se extiende el sonido de los motores suavemente
hasta ser casi inaudible,
sopla fino el viento, hace frío,
pero no se nota,
no se nota nada
cuando la estela del barco se pierde en el mar.
___________________
3 Comentarios:
CHAPEAU, chavalín
el mejor Zendoia en estado puro
Bellísimo
Hijo qué guapo estás agarrado a esa barandilla vestido de negro!!!
Pues fijáte Mari, a mi me ha recordado al Neo de Matrix, todo de negro y con ese abrigo que le sienta tan bien!!!
Publicar un comentario
<< La Taberna del Mar