Interludios
Llegan las olas, de una en una, rompen de una en una, y las olas vierten su espuma sobre mi playa, de una en una, día a día, continuamente, sean grandes o más pequeñas, siguen llegando las olas, y rompen, y desaparecen.
Si no existieran las olas yo nunca hubiese escrito una sola palabra, pero no porque no existieran las olas sino porque si no hubiera olas nadie las habría descrito, y por tanto, aún no existiría la literatura.
2 Comentarios:
La calma chicha es lo peor
las olas solo están cuando alguien las mira
si no, no hay olas
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