En parques interminables
Inventé mi pasado
a la hora de la comida,
os dije que existían
problemas familiares,
o laborales, no recuerdo,
os conté que tuve
que matar a alguien
para poder seguir
yo mismo vivo,
y os lo creísteis bien creído,
mientras el tinto nublaba
la mente de los presentes.
Entonces comenzaron a aparecer
los espectros por doquier,
la mayoría de ellos falsos,
el resto, de tu calaña,
quisieron decirme en siete palabras
que todos los secretos
estaban bajo la alfombra
esperando a ser sacudida,
que podía aparecer en el ropero
un cadáver embalsamado,
tan ficticio como mi pasado.
Se levantó un aire que arrastró
los secretos bajo la alfombra,
pero el difunto del armario
acabó como invitado
al café de sobremesa.
(Escultura de la imagen: Pablo Aranburu)
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5 Comentarios:
Ahhhh, el agua, las nubes y la poesía... ¡qué bien!
Un abrazo grandote!
la madre que lo parió a este tío
eso va a ser de tanto excel...
¡qué inicio de temporada!
El día que le cojas el aire al teclado no sé que va a pasar!!!!
Ay la luz...
Un abrazo.
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