La taberna del mar: El anillo

18 julio 2006

El anillo


Pasando la escoba debajo de la mesa, perdido entre las migas de pan, algún objeto se ha movido produciendo sonidos metálicos al saltar, hasta que ha dado contra la pared. Pensando que sería una moneda de céntimo, no le he hecho mucho caso, pero cuando me he vuelto a acercar con la escoba he encontrado un pequeño y viejo anillo, ¿de quién será?

Mi bisabuela guardaba sus pequeños tesoros en una caja del Banco Guipuzcoano antes de empezar la guerra: algunos anillos, broches y pendientes, una cadenita, varias medallas, y cosas así.
Cuando los nacionales estaban a punto de entrar en Donostia, los responsables del banco llevaron todos los objetos custodiados a Bilbao, donde aún estaba vigente la autoridad republicana y la del Gobierno Vasco, y cuando no se sabía quién ganaría la guerra. Antes del traslado, el banco extendió un certificado a cada cliente, donde se detallaban los bienes depositados, para poder realizar el canje cuando fuera oportuno.
Pero cuando los nacionales se acercaron a Bilbao, el banco decidió llevar todas las cajas a la isla de La Rochelle, en Francia, donde estarían mejor protegidas. Al finalizar la guerra y con el régimen franquista vencedor, aquellos bienes que habían ido de un lugar a otro regresaron a Donostia (entonces San Sebastián), pero cuando los clientes quisieron recuperarlos, la nueva autoridad se negó en rotundo. A algunos se lo negó, por lo menos. Basándose en el certificado expedido por el Banco Guipuzcoano, los mandamases de la época tasaron las joyas como quisieron, y dando cuatro perras a sus anteriores dueños por los anillos, broches, pendientes, cadenas y medallas, requisaron todos lo bienes.
A partir de entonces, las joyas que lucían las esposas de los militares franquistas cuando paseaban Avenida arriba y abajo, eran aquellas que habían sido embargadas. Hoy día, están en manos de herederos de lustrosos apellidos.

Me ha contado mi madre que este anillo que he encontrado era de su abuelita, que no lo tenía en custodia porque lo llevaba siempre puesto, al ser el que más le gustaba. Este tesoro salvado habrá estado todos estos años (¡setenta!) bajo algún armario, al igual que quienes se salvaron de aquel túnel, tras estar dando vueltas por el mundo o resistir en el agujero de la dictadura.

15 Comentarios:

Blogger pon escribió...

Compañero.

7/18/2006 05:26:00 p. m.  
Anonymous Anónimo escribió...

"Como deciamos ayer"

7/18/2006 08:27:00 p. m.  
Blogger M escribió...

Qué mar de recuerdos...
y de historias
de una España convulsa

7/19/2006 05:37:00 a. m.  
Blogger Ana desde el Sur del Mundo escribió...

Como extranjera, leerte es atar cabos sueltos, pasajes de tu historia contados en TV, ajenos a mi país pero cercanos por afecto... parte de mi sangre viene de la península, parte de la sangre de mi marido, también... somos una mezcla hispano-italiana bastante común por aquí

Gracias José.

7/19/2006 06:28:00 a. m.  
Anonymous Anónimo escribió...

Que no perdamos la memoria, que no olvidemos para no repetirlo... que mi generacion sea hija de la esperanza pero no del olvido.
Parece que es mi madre la que me cuenta esto, recuerdo cuando me contaba como encarcelaron a su tio, como iban al entierro con el miedo de que algún vecino se lo dijera a la policia... de la propaganda roja quemada en los fogones para no ser descubierta, de los poemas mojados en las alcantarillas, de las cartillas de racionamiento. Mi madre nacio en el 39, hija de la postguerra y el hambre y que aun busca los recuerdos empeñados de sus padres.
Salud compañero.

7/19/2006 05:50:00 p. m.  
Anonymous Anónimo escribió...

La sangre me hierve escuchando estas historias. Este invierno tuve que hacer una chapucilla en casa de una señora, no se, si militar o no. El caso es que tenía la casa llena de retratos y fotografías de Franco. Cuando le lleve la factura casi me come. Ahora se joden, que si quieren que la gente les trabaje, o quieren llevar joyas, lo tienen que pagar a su precio.

7/19/2006 06:27:00 p. m.  
Blogger Jose M. Zendoia escribió...

Por si algún frívolo está tentado a minimizar lo que trajo Franco, quiero decir que esto de las joyas no es más que una metáfora. Nada, comparado con todo el sufrimiento que tuvieron que aguantar miles de personas condenadas a muerte, y a muerte en vida. Persecución, marginación, emigración y exilio, humillaciones y horror, un horror continuo durante demasiados años.
Un recuerdo especial a todos los niños y niñas que fueron cruelmente castigados (torturados) en Galicia, Asturias, Euskal Herria, Aragón y Países Catalanes, porque eran incapaces de expresarse en castellano.

7/19/2006 07:24:00 p. m.  
Blogger Ana desde el Sur del Mundo escribió...

Ves, precisamente a eso me refería... aquí, hoy día me he enterado un mínimo porcentaje de esos horrores a través de una mini serie hispano-argentina "Vientos de Agua"... por eso te leo y siento mucho más lo que he visto novelado.
Horrores de poder. Simplemente horrores que no dejan de suceder, van saltando de continente en continente, de época en época pero siempre late, vivo, desgraciadamente muy vivo.
Un beso enorme.

7/19/2006 08:27:00 p. m.  
Blogger pon escribió...

Mi abuela guardó desde que terminó la guerra, en el doble fondo de su baúl forrado con papel de periódico, billetes de la República, y nos decía: cuando vuelva la República, si me he muerto, sacais los billetes y teneis un capitalito. Los llevó escondidos en el baúl mientras perseguían a mi abuelo, mientras estuvo fugado, mientras se fue al maquis, mientras a mis tios les baldaban a palizas los civiles, mientras mi madre fregaba platos a los 5 años a cambio del chusco de pan, mientras mi abuelo aparecía de noche con algo de comida y a la hora que fuera se cocinaban las gachas, mientras a mi tía la desaparecían una semana o dos en el cuartelillo de Jaén y luego tenía que pedir un burro prestado para llevarla al pueblo otra vez porque la dejaban en tal estado que no podía andar, y cuando se fueron a Navarra a salir adelante donde no les conocieran.
Pero cuando murió ni había Franco ni República, había un rey y un estado "soberano", y en su baúl, además de los billetes borrosos y quebradizos, sólo había dos copitas de anís, una medalla borrosa de latón, dos pendientes(zarcillos decía ella)desparejados y unas latas de medicamentos del año la polca. Guardo esas poquitas cosas que atesoró toda su vida, mientras aguantaba, sostenía a la familia, sacaba adelante a sus hijos(los que no murieron de hambre)y mientras esperaba la República.
Tu historia de tu bisabuela me ha emocionado profundamente, Josemari, y he sacado las cosas de mi abuela y se las he enseñado a mis hijas.

Josemari, este es su sitio. Exactamente este, compañero.

7/19/2006 08:44:00 p. m.  
Blogger un-angel escribió...

...mis abuelos vivieron en sus carnes la guerra civil y gracias a tu post he recordado y he revivido las historias que me contaron, lo malo que fue mucho, casi todo... lo bueno, que casi siempre puedes salir adelante aunque descubras que te has dejado la carne en la alambrada que has cruzado y que no volverás a ser el mismo, que aunque en el momento te dices a ti mismo "´no podré superar esto" luego descubres que lo superas, que cada golpe te hace más fuerte... hasta descubres que, aunque te parezca increible en el momento, eres capaz de perdonar, porque el rencor y el odio no te hacen una persona mejor y prefieres olvidar y sacar adelante tu vida a alimentar esos odios del pasado... es muy complejo, muy dificil, y cada uno se ha enfrentado a ello como ha podido... yo creo que mis abuelos lo hicieron de la forma mejor...es tan complicado este tema, la vivencia de cada persona, su forma de encarar la situación...
....y todo por un anillo...
Un abrazo, JoseMari

7/20/2006 12:15:00 a. m.  
Blogger hermes escribió...

José Mari:
Partiendo de la base de que la guerra y el gobierno de Franco, como todas las dictaduras, fueron un foco de represión y sufrimiento para mucha gente. Tengo que decirte que yo no se, lo que pasó en Galicia, Euskadi o Aragón, pero en Cataluña, no se castigó ni torturó a ningún niño por el hecho de hablar catalán, entre otras cosas porque todos hablaban castellano y el catalán, aunque no se empleaba en las escuelas era el modo de expresión normal de todos nosotros y nadie hacia discriminación por hablar un idioma u otro como no fuera en los estamentos oficiales, y no es porque me lo hayan explicado, es porque yo lo he vivido así y no conozco ningún cado contrario, a pesar de lo que ahora se va diciendo.
En honor a la verdad, creo que a cada uno lo suyo.

7/20/2006 10:37:00 a. m.  
Anonymous Anónimo escribió...

Gracias por recordarnos lo que no debe ser olvidado jamás.

Mi abuelo, sastre-campesino de una aldea miserable en la preGalicia más depauperada, era amigo de un republicano (sus ideas republicanas se las calló: tenía una mujer analfabeta y tres niños a los que alimentar). Esa amistad le costó ocho meses en la cárcel y salir vivo de milagro. Mi pobre abuela todas las semanas hacía los 35km que separaban la aldea de la cárcel en burro para que mi abuelo le diese el dinero que obtenía de vender la ración de tabaco que no fumaba: durante 8 meses eran todos sus ingresos. Llevaba a los 3 hijos con ella (9, 7(mi madre) y 3 años)para despedirse de su padre por si aquella semana lo fusilaban. Tenían que subir un puerto de montaña y hacer noche en casa de unos parientes.
No es una historia: se lo oí mil veces a mi abuelo y me lo recuerda mi madre.

Lo más triste es que mi tío (el niño de 3 años) se olvidó de la historia y es de lo más Pepero que existe, él y toda su familia...

Ana: todos tenemos algo que contar: aquella guerra, como todas, fue demencial.

Zendoia: gracias por el relato.
Un beso, amigo.

7/20/2006 10:51:00 a. m.  
Blogger Mar del Norte escribió...

Solo de leer estas cosas me pongo fatal,,, porque vienen recuerdos duros, muy duros de los míos queridos que ya no estan y tan mal lo pasaron... JO.... Y lágrimas otra vez...

7/20/2006 03:58:00 p. m.  
Anonymous Anónimo escribió...

Hermes, aquí en Galicia si que torturaban por hablar Gallego en vez de Castellano. Cuando yo iba en el cole llamarón a mi madre para una reunión de padres querían poner obligatorio el gallego. Mi madre se opuso porque ella dejó de hablar su lengua materna(el gallego) a base de palos en la escuela. En mi casa somos castellano hablantes (bueno yo castrapo, mezcla del gallego con el castellano) y por eso mi madre se opuso en la reunión. No quería que nos obligasen hablar gallego después de las bofetadas que recibió ella para que hablase castellano.

7/21/2006 10:23:00 a. m.  
Anonymous Anónimo escribió...

En Mallorca también fue muy cruel la represión franquista. Curiosamente, el único cura ejecutado en Mallorca lo fue por los franquistas; su delito: seguir los dictados de Jesús y ayudar a los perseguidos. Le apodarón "Es capellà Roig" (el capellán rojo). Pero contrariamente al resto del país, hace unos seis años, la iglesia pidió oficialmente perdón por esta muerte tan injusta.

Os puedo contar más cosas: se estima que en Mallorca se ejecutó a alrededor de 2.000 personas (ya no os cuento las que sufrieron torturas, palizas, tuvieron que tragar aceite de ricino, se les hizo el vacío, etc...). Cuando las fuerzas republicanas procedentes de Menorca desembarcaron en Porto Cristo (Manacor), precisamente donde vive un famoso y joven tenista, consiguieron avanzar unos siete kilómetros tierra adentro y tomaron la población de Son Carrió. Allí establecieron un hospital de campaña y cuando, semanas después, tuvieron que abandonar Mallorca, todos, ABSOLUTAMENTE TODOS, los enfermos que había allí fueron ejecutados sin ninguna piedad, a parte de todas las personas que fusilaron por el simple hecho de haber convivido con las "hordas rojas".

¡¡¡Y que luego todavía haya partidos que no condenen la guerra y sus consecuencias y nos quieran convencer de las bondades del innombrable gallego (para desgracia de ferrolanos) y su collarífera esposa!!! Normal, muchos son hijos, sobrinos, nietos o algunos los mismos, como ese ex presidente gallego, de los que torturaron, asesinaron, fusilaron, firmaron condenas de muerte e hicieron la vida imposible a cuantos habían cometido el "terrible" crimen de creer en un mundo mejor y aplaudir la llegada de la República laica y educativa. Patético, señores impopulares.

7/23/2006 11:52:00 a. m.  

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