La taberna del mar: Algunas cosas sobre Malta (VI)

19 septiembre 2008

Algunas cosas sobre Malta (VI)

La Valeta es la capital de Malta, el lugar más fresco de la isla, una de las capitales más pequeñas de Europa (menos de 10.000 habitantes), y el sitio idóneo para pasear por la noche, cuando se convierte en una ciudad fantasma. Rodeada de mar por tres lados, su entramado de calles perpendiculares suben y bajan como las de San Francisco, se precipitan abruptamente hacia el mar o se dirigen eternas hacia la zona de Floriana, la ciudad que da entrada a La Valeta desde tierra (pero a La Valeta siempre se debe llegar por mar).

El viento salino te recuerda al mar constantemente en sus oscuras esquinas, en sus calles estrechas llenas de escaleras, entre palacios barrocos con enormes balcones medio en ruinas, llenos de ropa tendida, gigantescos miradores de madera desvencijada o recoletas placitas con heladerías.

En la Concatedral, dos cuadros de Caravaggio atraen las hordas de turistas, que inevitablemente comentan que el cuadro de la Decapitación de San Juan Bautista es raro, porque dejó la mitad sin pintar. Los turistas dejan olvidado el Museo Arqueológico y sus fascinantes y orondas diosas neolíticas.

Desde los jardines de Upper Barracca, en La Valeta, se contempla una impactante vista: la del Grand Harbour y las tres ciudades, Vittoriosa, Cospicua y Senglea. Las calles se llenan de repente de gentes que vienen de barcos gigantescos a pasar en la isla un par de horas. Los habitantes saben que los viernes es el día de Costa Cruceros, o los miércoles el de Pullmantur, y perfeccionan su español ante la esperada avalancha. No creo que haya ni un solo maltés que no sepa chapurrear en español que sus templos megalíticos son “más antiguos que las pirámides de Eguipto (con u después de la g), más antiguos que Stonehenge”.


En esos mismos jardines de Upper Barraca se celebra en agosto el Festival del Vino: por unos eurillos de nada puedes probar todos los vinos de las islas y acabar bailando tus canciones preferidas de Eurovisión con algún patrón de yate, dulce marinerito o condesa borracha, mientras echas la pota por la balconada sobre una de las mejores vistas de todo del Mediterráneo. Impagable.

La Valeta, de noche y vacía, con las tiendas y los restaurantes cerrados, con las calles que se pierden hacia el oscuro mar, al fondo, se afianza como uno de esos recuerdos a los que aferrarse cuando ya no quede casi nada.

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9 Comentarios:

Blogger Diego B escribió...

De noche, fantasma y con la iluminación apuntando a las rejas en curvas imposibles...

Yo llegué a La Valletta en autobús amarillo, no por mar. Para la próxima me lo apunto.

Bs

9/19/2008 08:36:00 a. m.  
Blogger José L. Serrano escribió...

yo tambien, pero se debe llegar por mar

9/19/2008 08:57:00 a. m.  
Anonymous Anónimo escribió...

no será verdad que bailaste borracho con una condesa borracha...

9/19/2008 10:04:00 a. m.  
Blogger José L. Serrano escribió...

ya sabes que yo soy muy bailongo

9/19/2008 10:08:00 a. m.  
Anonymous Anónimo escribió...

La condesa no sé si estaría borracha, pero seguro que si el tabernero se puso a bailar, el borracho sería él.
Bueno Serrano, que es usted mejor que las guias visuales de Pais Aguilar.

9/19/2008 04:21:00 p. m.  
Blogger pon escribió...

Y qué fue, Paquito el chcolatero????

9/20/2008 12:26:00 a. m.  
Blogger Gizela escribió...

Eres una maravilla de guía.
Pero yo creo que el próximo verano, me colaré con ustedes en el viaje, así mitigo los ataques de envidia cuando te leo jajajaja
Besossss y feliz fin de semana a los dos
Gizz

9/20/2008 07:52:00 a. m.  
Blogger Fer escribió...

Qué descripción tan maravillosa de La Valeta, desde luego. Y qué ganas de ir...

Beeeeeeeeeeeeeeesos.

9/20/2008 06:27:00 p. m.  
Blogger Marga escribió...

Tomo nota, en autobús amarillo no, por mar!!!

Excelente guía, que aprendan los demás!!!

Besitos

9/22/2008 01:34:00 a. m.  

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