Palmira
Palmira (2003)
Los demás chavalillos se disputan tu abrazo,
felices sólo con que les dirijas una de tus miradas.
Te lanzas hasta el agua desde el trampolín
y recorres la piscina en tres brazadas.
Los demás chavalillos corren hasta el borde
para ayudarte a subir,
pero desprecias sus manos,
y apoyándote suavemente en el borde
izas tu hermoso cuerpo negro
brillante al sol y mojado.
Debería estar mirando la columnata inmensa
que se pierde entre arena del desierto,
esas columnas blancas como el esqueleto
de un animal larguísimo y antiguo.
Pero me siento aquí,
en una silla metálica que un chiquillo me trajo,
al borde de una alberca de cemento
repintada de distintos azules
y con el agua demasiado fangosa
para verte saltar desde lo alto,
y olvidarme del tiempo y del lugar,
para admirar la curva que tu cuerpo
dibuja en el aire antes de sumergirte,
una vez y otra vez y otra vez.
7 Comentarios:
Curva negra sobre columna blanca, la belleza.
Pues fíjate que no podría imaginarte de otra forma que sentado mirando esa escena ante tus ojos, extasiado ante las curvas negras y poniendo palabras a ese instante. Bellas palabras a ese instante.
Y el tabernero en el lugar exacto y el momento justo.
solo desearles muchas copas llenas de ilusion y felicidad en estas fechas. Abrazotes y besos
Sin comentarios para no destrozar la belleza.
Abrazos.
Esta vez, mi silencio, es la más bella de mis palabras.
Tú siempre con el satélite desplegado.
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