La taberna del mar: Atravesé la puerta

27 noviembre 2006

Atravesé la puerta


Atravesé la puerta. Quien pase por aquí no regresará, decía la inscripción que había en ella. Y así fue, al otro lado de la puerta estabas tú, y allí me quedé para siempre. Pero no estabas tú solo, encontré más amigos míos, y tus allegados, y nuestros viejos conocidos, y todos los truenos y los soles de mi vida juntos, y también había unos pajarillos volando, huyendo de las cabezas de las estatuas.

No ha sido agradable la estancia, sobre todo desde que me di cuenta de que había perdido la llave, que aquella frase premonitoria era cierta, desde que supe que no tenía escapatoria. Los pájaros descansaron sobre tu cabeza, el rayo cayó en mi interior y fueron desterrados quienes disfrutaban estando en aquel lugar.

Después se impuso la soledad, perdido yo en el laberinto de los árboles. De vez en cuando consigo llegar hasta la puerta, y siempre está cerrada a cal y canto, como cierran las zarzas casi todos los atajos. No era ésta la huerta de mis sueños, no era la puerta del paraíso aquella que crucé. Perdición, locura, huida sin fin, eso es lo que he encontrado.

Ahora, desnudo en la nada, sin encontrar el lugar donde te encuentras, no sé qué hacer, hacia dónde ir, cuándo izarme a un fresno para chillar desde lo alto el último grito que guardo en mis entrañas.

8 Comentarios:

Anonymous Anónimo escribió...

Otra vez puertas, esta vez puertas que se abren y no dejan volver.

BELLISIMA LA FOTO

11/27/2006 08:19:00 a. m.  
Anonymous Anónimo escribió...

Bellísima foto y duro texto.
A veces no se puede no atravesar la puerta, pero uno quiere regresar. Sí. Curiosas leyes de vida las de los humanos...Y muy duras.
Mil abrazos, amigo.

11/27/2006 10:51:00 a. m.  
Anonymous Anónimo escribió...

Puertas que se cierran tras de sí y no encuentras el camino de vuelta a casa, la niebla lo impide, los ojos ya no ven nada... se han quedado ciegos.
Dando vueltas en circulo sin encontrar la llave que vuelve a abrir la cerradura del alma. Mientras tanto grito estasiada escupiendo al suelo mis deseperadas entrañas.

tremenda foto Zendo, termendas y dolorosas palabras...

11/27/2006 02:00:00 p. m.  
Blogger pon escribió...

Texto: ¡¡¡................!!!
Foto: (^¿^)

11/27/2006 02:05:00 p. m.  
Blogger Ana escribió...

Mira debajo del felpudo, a lo mejor te llevas una sorpresa.

En serio, estas cosas que escribes me desgarran un poquito.

11/27/2006 05:39:00 p. m.  
Blogger Isabel Barceló Chico escribió...

Una acertada metáfora del amor y sus fracasos. No obstante, existe esa llave para regresar. Saludos cordiales.

11/27/2006 08:42:00 p. m.  
Anonymous Anónimo escribió...

El cartel te dice que no hay retorno, pero aún así atravesamos la puerta del Deseo.
Caemos en la trampa del Amor, perdemos la razón y la voluntad, pero eres feliz.
Cuando llega la pena y el dolor, tratas de buscar la llave que te abra la puerta de lo que un día fue un paraíso y ahora se ha convertido en una cárcel sin barrotes de la que es difícil salir.
Para la evasión recomiendo “aprovechar una migración de pájaros silvestres” como hizo el Principito.

11/27/2006 10:07:00 p. m.  
Blogger Ana desde el Sur del Mundo escribió...

Ya hablamos del umbral... ese del que pasás y no hay vuelta atrás, siempre serás diferente... ahora...

¿Vale la pena regresar?... Quizás ese ya no es el camino y la puerta está pasando el huerto... ¿probaste por allí?

Un beso JoséMarí...

11/28/2006 05:11:00 a. m.  

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