Enero
Enero (1989)
Hoy el cielo refulge de gris amarillento,
cubierto por una gigantesca nube sucia infinita,
tachonada por súbitos destellos de luz agonizante,
que se escapa a intervalos por entre los resquicios
de ventanas entreabiertas en rascacielos de aluminio y cristal,
atravesando oscuras ramas de álamos resecos,
a los que se aferran mustias las postreras hojas amarillas,
temblando débilmente en el viento helado,
cual banderas congeladas en una feria moribunda.
Hoy no hay siquiera lluvia incolora que resbale sutil por las ventanas,
ni charcos de pesadumbre de tinieblas entre paseos oscuros,
ni adoquines mojados que reflejen ninguna luz de acero,
ni la gente se pierde en callejuelas de bruma intoxicada.
Hoy llevo a rastras la pena de no poder decir lo indecible,
luchando con la angustia de ser y no querer ser,
de hundirme en el olvido para siempre,
o de volver atrás,
antes de ser siquiera,
antes de mí,
donde no haya ni olvido.
12 Comentarios:
Espero que dieciocho eneros más tarde, hayas dejado la lucha (pero no el arte de las palabras).
bueno, uno tiene sus ratos....
Bueno vamos a echar una copa a ver si se te pasan las angustias chico, que vaya añito que llevas(y acaba de empezar).
pero si la angustia la liberas a traves de palabras combinadas de esta manera... sigue
besos
Yo rellenando los jarrones de agua, y vosotras ya de copas!
Serrano guapo, ya sabemos que los fríos de enero son muy traicioneros, asi que tomemos una copa y vuelve del recóndito lugar de donde habite el olvido.
la verdad es que llevo una racha...
menos mal que ganaron los perros de pushkar
me parecía un atrevimiento por mi parte opinar sobre vuestros mejores textos. pero este lo tendré en cuenta para la votación de lo mejor del 2007.
me ha encantado.
un abrazo.
Yo estoy acostumbrada a los cielos siempre grises.
No sé que es peor; el ser y no querer ser o el querer ser y no poder.
Las ataduras son las mismas, la angustia no lo sé.
¿atrevimiento? nada de eso.
Un placer que leais y voteis.
Espero que los taberneros empiecen pronto a pintarnos de azul el cielo de la taberna, porque entre el frio, las nieblas y el gris, vamos "apañaos", vaya rachita.
Venga el invierno avanza y los días se alargan.
La luz se queda más tiempo con nosotros, aunque la verdad no es que vea yo mucha falta de luz por aquí.
Pues nada pago una rondita...
dicen que gracias a las penas sabemos depsués apreciar lo que son las alegrías, y que si todo fuera felicidad no sabríamos que estamos en ella, pues no tendríamos tristeza con la que compararnos.....
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