Manos enlazadas
Tumbado, comienzo a respirar profundamente, tranquilo, con ganas de descansar, esperando que el sueño me absorba, voy adormilándome y las ideas huyen poco a poco...
Por fin, parece que se me vacía el cerebro, que llega la calma al mar de los pensamientos, que me acerco al reino de los sueños.
Lejos del cansancio diario, me hundo en una apacible oscuridad, esperando despertarme mañana descansado y renovado.
Pero el sueño no es completo, no es profundo, se queda constante en mi mente la tierra ocre del Sahara. No sé cómo, de repente, como si fuera una obsesión, lo quiera o no, me encuentro en la wilaya de Dajla y comienzo a revivir los días que pasé allí, y recuerdo que tengo que preparar un paquete lleno de ropa y fotos para Mamadu, y comienzo a sentirme como si aún estuviese en una jaima. Todo ha cambiado para mí, pero no sé exactamente por qué razón, tal vez sea por los colores vivos que resaltan sobre el color homogéneo de la naturaleza, o quizás por la alegría que irradian los ojos oscuros.
Ayer, durante un instante, me pareció que había huido de mí esta obsesión constante, porque me había quedado apaciblemente dormido después de comer, delante del televisor, así, sin más. Pero no, de noche han vuelto a aparecer la arena y el cielo, los darrah bailarines agitados por el viento y los elzam ligeros pero recios que quiere agujerear el sol, las estrellas –todas las estrellas del hemisferio norte– y las manos que espío sin querer, las manos enlazadas, los brazos, los brazos abrazados.
9 Comentarios:
y que dure mucho tiempo ese sueño, por muy amargo que sea el sabor de la nostalgia
Por qué nos atraen tanto los espacios infinitos, como el desierto... A mi me encantaría ir al Sahara... El impacto, la pérdida de las referencias habituales del entorno, aprender otras nuevas... Contrastar y sacudir tu escala de valores... En fin, JL, no tiene precio...
Bss!
Quino: JM en este caso, que JL el
Sahara occidental no lo conoce.
Cuando llega la noche tus pasos fluyen sobre la arena y regresas a él, te lo trajiste alojado en la memoria.
Como arena en los ojos te mortifica y te impide conciliar el sueño.
El desierto es lo que tiene.., y esa gente!
Lo sé, te llegó al alma.
Gracias por llevarnos a las arenas.
peeerdon, siento la confusión!!!
Aiiins, que tiquismiquis!!
Bss!
Los brazos abrazados...
Carajo!!!
Gracias, un beso
Como siempre, es un placer la manera que tenéis de deleitar mi soledad, de apaciguar mi tristeza, casi por un instante que se convierte en eternidad estoy donde estáis vosotros. Y me encanta.
Un abrazo desde Melilla.
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