El arte de los locos 6. Judith Scott y los gritos silenciosos

Judith Scott nació en Cincinatti en 1943 junto a su hermana gemela pero algo las diferenciaba: Judith tenía un cromosoma de más, era Síndrome de Down. A pesar de que sus padres hicieron lo posible por educar a las hijas a la vez, a los seis años decidieron internarla en una institución y dejar de hablar de ella. Pero su hermana Joyce no podía olvidarla y en 1986 consiguió su custodia y comenzaron a vivir juntas. Judith no había sido bien tratada, ni diagnosticada: en los más de treinta años que pasó en la institución ni siquiera se habían dado cuenta de que, además, era sordomuda.

¿Qué nos quiere decir Judith con sus esculturas?, ¿acaso quiere hacernos pensar que tras nuestras envolturas multicolores todos tenemos algo dentro, algún tesoro, algún misterio?, ¿que ella misma estaba envuelta por su discapacidad y su sordomudez pero guardaba montones de secretos en su interior? Fascinante mujer que ha logrado el reconocimiento internacional de museos (Lausana, Baltimore, Tokio, Dublín) y coleccionistas privados con sus bellísimas esculturas. Nunca aprendió a leer ni a escribir, ni siquiera le enseñaron el lenguaje de signos: su único medio de expresión es su arte.
Para saber más recomiendo la película “¿Qué tienes debajo del sombrero?” de dos directores españoles Lola Barrera e Iñaki Peñafiel, durante cuyo montaje en 2005 murió Judith Scott. Y aquí un enlace a una página dedicada a su memoria.
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6 Comentarios:
Como un gusano cuando se envuelve en la seda, Judith se ha vuelto mariposa.
Hace nidos calentitos
tengo que leer todo este material que publicas, porque hace tiempo que no pasaba por aquí, lo siento.
pero me parece muy muy interesante.
un abrazo.
con calma, que esto se va a quedar por aquí hasta que se funda el internet, no hay prisa
Vaya, parece que no soy el único que padece de estrés por la locura... Ya voy demasiado atrasado. Por qué no se detendrá el tiempo durante un tiempo para ponernos al día de todo lo que querríamos hacer????
Me sigue pareciendo muy bella tu serie, muy acertada, muy "educativa".
Sigo asomándome a la taberna aunque no consuma ¿se puede?
;-)
besinos
claro que sí, siempre que no se traiga la petaca y la tartera....
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