Algunas cosas sobre Malta (VII)
Otra de las cosas que uno no puede dejar de ver son los complejísimos templos megalíticos dispersos por Malta y Gozo, y sus bellas plantas, apreciables sólo a vista de pájaro, en las que los ábsides se multiplican como si estuviesen alrededor de un deambulatorio en Toulouse, o Chartres, con sus nombres impronunciables y misteriosos: Tarxien, Ggantija, Mnjandra o Hagar Qim (lástima no poder reproducir aquí las bellísimas letras haches y ges del alfabeto maltés), llenos de gatos y de gorras perdidas. También se recomienda la visita el Hipogeo de Paola, pero hace falta reservar con tiempo (yo no lo hice por eso, y porque ahora lo paso mal en sitios atestados, oscuros, subterráneos y estrechos, con lo que yo he sido).
Las tres ciudades, Vittoriosa, Cospicua y Senglea, son, como su nombre indica, las tres ciudades que se asoman al Gran Puerto enfrente de La Valeta y que han sido “okupadas” por los puertos deportivos que asolan el Mediterráneo (y el Cantábrico últimamente), tan grave como instalar un parking en la Piazza Navonna. Sus habitantes odian la vista de los innumerables yates y la mayor parte de sus edificios están vacíos a la espera de una supuesta fiebre urbanística que parece que nunca llega a Malta. Gracias a Dios.
Vittoriosa aparece engalanada por la proximidad de la fiesta de San Lorenzo, repleta de santos en cada esquina y gigantescos estandartes. La vista que desde cualquiera de las tres ciudades se tiene de La Valeta no es, ni muchísimo menos, tan bella como la que se tiene desde Sliema, y sin embargo es con la que se quedan el 90% de los visitantes de Malta, que llegan en los cruceros, entre la clase de aerobic y la de sevillanas.
Vittoriosa aparece engalanada por la proximidad de la fiesta de San Lorenzo, repleta de santos en cada esquina y gigantescos estandartes. La vista que desde cualquiera de las tres ciudades se tiene de La Valeta no es, ni muchísimo menos, tan bella como la que se tiene desde Sliema, y sin embargo es con la que se quedan el 90% de los visitantes de Malta, que llegan en los cruceros, entre la clase de aerobic y la de sevillanas.
5 Comentarios:
Es lo que tiene el turismo, ya me gustaría poder visitar Mnjandra (¿qué querrá decir este nombre?) sin tener que ver cómo los puertos deportivos arrasan los mejores paisajes. Por cierto, lo de "deportivos" también tiene lo suyo.
No quiero ni imaginar la Taberna del Mar asolada por miles de turistas llegados en cruceros, entre la clase de aerobic y la de sevillanas, jeje.
Mejor no, que nos nos dejarían emborracharnos a gusto.
Uixxxx nooooo!!!!!!!!
Mira que lo de los cruceros con las clases de aerobic y las sevillanas...
Besotes
Te recuerdo que los cuartos oscuros son sitios atestados, oscuros, subterráneos y estrechos...
Interesantísimo. Con lo que me gusta a mí ver piedras antiguas, me lo iba a pasar en grande por allí.
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