Leros
Cuando llegas a Leros, en cuanto te bajas del barco y pones pie en tierra, sabes que éste es el sitio, que aquí tenías que llegar tarde o temprano. En el mismo lugar en donde te ha dejado el trasbordador están los pescadores arreglando sus redes. Una población de calle única junto al mar, con las casas sobre el agua cristalina y los árboles casi en el propio mar. Tranquilidad, excepto en el único bar lleno de jóvenes, y saliendo de la plaza, la carretera que va bordeando la bahía. Hay varios golfos más en Leros, testigos mudos de batallas violentas a lo largo de la historia, tesoros codiciados por distintas civilizaciones. Pero hoy, sobre todo, azul: en las construcciones, en el cielo, en el mar. Aire y aguas transparentes. El placer de descubrir poco a poco la isla conduciendo una pequeña moto. Ensaladas y saganaki. Y unos baños marinos de miedo en las aguas saladas y templadas del Egeo. Aquí es a dónde tenías que llegar, a Leros, enseguida te has dado cuenta de ello.
5 Comentarios:
pues menos mal que has vuelto!!!
(¿saganakis no será una variante del anisakis?)
Joder(perdón)Zendoia volvemos a tus maravillosas fotografías, tienen la extraña cualidad de hacerte sentir que estás, osea estoy, ahí mismo.
Cuidao que nos gusta el azul.
Anónimo: ya te puedes figurar que me habría quedado allí bien a gusto; saganaki es un queso más consistente que el feta, que normalmente lo sirven frito, pero que todavia queda mejor al horno con tomate, olivas negras y orégano.
Cristina: en un lugar tan fotogénico es fácil que las fotos salgan así.
Leros tiene una trágica historia de guerras, la última importante la batalla de Leros, en la II Guerra Mundial. Y también tiene un siniestro recuerdo en su hospital psiquiátrico.
¡Apareció el perdido!!!!
Por fin estamos ¿completos?
O todavía parte de ti esta en esa lindura, viendo azul???
Bello todo, pero "se me aguó el guarapo" cuando vi la reseña del hospital.
De regalo te dejo algo de un poeta griego que acabo de descubrir (voy retrasada yo en los descubrimientos jaja) y pasó una temporada en Leros
CASI PRESTIDIGITADOR
Desde lejos amortigua la luz, mueve las sillas sin tocarlas.
Se cansa. Se quita el sombrero y se abanica.
Después, muy lentamente, se saca tres naipes del oído.
Disuelve una estrella analgésica verde en un vaso de agua removiendo con una cucharilla de plata.
Se bebe el vaso y la cuchara. Se vuelve transparente.
En su pecho se ve un pescado de oro que flota.
Muy cansado, más tarde, se tiende en el sofá, y cierra los ojos.
"En la cabeza tengo un pájaro", dice. "No puedo sacarlo".
La sombra de dos grandes alas llena el cuarto.
Yannis Ritsos
BESOTESSSSS
Leros, Amuitz.......
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