Y luego tener que decirte adiós
Y así sale todo confiado
desgranando veleidosamente
abrumadoras persecuciones nítidas
que litigan por cuerpos que se deshacen
por cuerpos inexpertos y marchitos
bajo la sombra dulce de un limón.
Y luego tener que decirte adiós.
Derramas mirra, amor,
desconfiabas de mi capacidad
de convertir alondras en imanes,
subviertes corazones broncíneos
y en el éxtasis, gritas viejas canciones
de marinos, de monstruos, de piratas.
Y luego tener que decirte adiós.
Frente al espejo.
Agotados, habiendo aprovechado
al máximo los filos, los embistes,
los asaltos, las sacudidas.
Desvalido, previendo ya futuras complacencias,
perdida la mirada en misereres.
Y luego tener que decirte adiós.
desgranando veleidosamente
abrumadoras persecuciones nítidas
que litigan por cuerpos que se deshacen
por cuerpos inexpertos y marchitos
bajo la sombra dulce de un limón.
Y luego tener que decirte adiós.
Derramas mirra, amor,
desconfiabas de mi capacidad
de convertir alondras en imanes,
subviertes corazones broncíneos
y en el éxtasis, gritas viejas canciones
de marinos, de monstruos, de piratas.
Y luego tener que decirte adiós.
Frente al espejo.
Agotados, habiendo aprovechado
al máximo los filos, los embistes,
los asaltos, las sacudidas.
Desvalido, previendo ya futuras complacencias,
perdida la mirada en misereres.
Y luego tener que decirte adiós.
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6 Comentarios:
¿Quien se tiene que ir? :(
y ¿por qué no se queda?
No me gustan los adioses...
(el poema sí)
Siempre hay un adiós"atravesado"
BELLO POEMA!!!!!
Besotessssss
¡nada, nada, no se va nadie, que yo sepa!
el autor
Además, ya habrá tiempo para volver a decirle "hola".
mucho mejor así :)
Cómo cuesta decir adiós...
Cómo cuesta despedirse aun sin palabras...
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