La angustia de la espera
Has conocido lo que significa esperar,
muchas veces,
tantas, que hasta has pensado que tal fatalidad
es parte de tu carácter,
en habitaciones de hospital, blancos azulejos,
mirando al mar, mientras las olas
rompen de una en una contra las rocas,
en intervalos sudorosos entre pesadillas terribles
de negras noches infinitamente oscuras,
muchas veces bajo el sol, sediento,
otras aterido de frío, temblando,
no sabes bien si por necesidad
o porque te impulsa algún deseo desconocido,
pero siempre has esperado,
desde que eras bien joven,
cuando los demás corrían y enseguida
lograban aquello que deseaban,
en la madurez,
mientras te parecía que los otros
tenían todo en su mano,
en la vejez arrugada,
cuando vas contando cada paso que das,
cojeando, aguardando.
Cuando crees que sólo has conocido la espera,
que sólo has llegado a ser el triste y afligido
experto en esperar
a que se enfríe un poco la taza de te,
que se seque la ropa,
que llegue por fin tu turno...
que dejes de pasar sin sentido
las nuevas páginas de la vida.
Parece que nunca te darás cuenta
de que para dejar de esperar
no hay que hacer nada, absolutamente nada
más que estar, simplemente estar,
y abandonar para siempre la angustia de la espera,
y olvidarla así, sólo así.
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5 Comentarios:
joder macho
¡esperaba que algún día escribieras tu obra maestra y el que espera desespera, pero llegó!!!!
¡qué bien sienta el viento del norte!
siempre esperando otro momento, otra persona, otra cosa mejor... incapaces de disfrutar perplejos el transcurrir de nuestra cotidianedad...
un abrazo.
.........Ennis del Mar...........
había pensado poner
...esperar a que se seque la camisa...
pero me hacía daño
si, sigue haciendo daño
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