La última playa
Las olas llegan una y otra vez, se acercan las olas, regresan incesantemente al borde de la playa, insistentes, y a su ritmo se alzan momentos de blancura sobre el azul oscuro del mar y a su ritmo también estalla el estruendo y se propaga el murmullo sobre las gotas de agua agitadas y por entre los quietos granos de arena, y el estruendo hace también que se mezan las hierbas curtidas por el salitre como si estuvieran batidas por las tormentas que arriban del mar, hasta que llega al faro, hasta que rodea el faro enhiesto sobre la última playa de la isla, y entonces la playa del faro en el último cabo de la isla es otra vez mi playa, desde allí escucho el estruendo de las olas y allí me tumbo bajo el último sol antes del crepúsculo y en el momento en el que comienzan a girar las luces del faro llego a ver en el horizonte la estela de humo dejada por un barco que navega despacio, y entonces el mar es infinito y la playa del faro no es casi nada, los largos rayos giratorios del faro no son casi nada, casi no son absolutamente nada, y sin embargo sí que son algo cuando su intensidad aumenta acompasando el ritmo con el murmullo de las olas, cuando la fuerza del sol va debilitándose, cuando la luz del faro quiebra la oscuridad dando vueltas incesantemente sobre las olas que incesantemente se acercan a la playa... y en mis sueños deseo incesantemente llegar a la playa del faro para descansar soñando contigo mientras sobre mi cabeza giran y giran los haces de luz.
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3 Comentarios:
¡Qué preciosidad...!
joder. y yo sin tiempo ni para leerlo
me gusta mucho la playa. yo ahora me vine de vacaciones a un hotel con spa en calafate para descansar, pero casi siempre voy a mar del plata
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