Dulce momento congelado
Acabará la dolorosa incertidumbre
algún amanecer de inquietantes presagios.
Trabado en la butaca,
ante la misma ventana de inútiles crepúsculos,
perdida la mirada en el pasado:
ante los mismos fantasmas, los de siempre.
Evocaré lo existido hasta el presente,
y los amores que perdí:
esos cuerpos cuyo anhelo se convierte en tormento.
Exaltaré también los amores que gozo
y los que gozaré mientras me quede aire.
Un mirlo confuso en la cornisa,
las mudas azaleas congeladas,
el opaco rumor de la playa marchita,
un zumbido del moscardón que se golpea, aterido,
contra la escarcha del cristal que me enturbia.
Sea este momento tan dulce
congelado también en palabras sobre la nívea página:
se convierta en oscuros gusanos de tinta adormecida
para volver a él cuando yo quiera,
o cuando me arrastre al fondo un nuevo remolino.
10 Comentarios:
merecen la pena los remolinos si escribes cosas como ésta
Tras la ventana evocar tiempos vividos, cerrar los ojos y sentir de nuevo...vivir de nuevo, sentir otra vida corriendo a la par de la tuya...
Siempre hermosos los versos que se escapan de tus dedos.
De nuevo duro y precioso.
Gracias.
Abrazos.
Zendo on the rocks.
JODER!!! madre mia que me has hecho llorar Zendo!!!
Hermosamente duro
Es que el Zendo, cuando se pone a escribir bien, no hay quien le pare
Esperaré a que se funda el hielo del cristal para ver revolotear las mariposas.
Hazme un lado en la butaca.
En su día no hice ningún comentario aquí, para no deshacer el misterio de la autoría.
Pero ahora que se sabe que lo escribió Serrano, quiero decir que el dulce momento congelado es una maravilla, ¡ya me habría gustando haberlo escrito yo! (aunque hubiese puesto crisantemos en vez de azaleas)
¡qué tonterías dices!
pero ¡si lo escribiste tú!
¿Os habeis intercambiado la medicación o qué?
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