La taberna del mar: El socorrista

14 febrero 2007

El socorrista

Barlovento
El hombre sin figura comenzó a contar su historia en la radio. A aquellas horas eran pocos los oyentes. Había una mujer que no podía conciliar el sueño, con el transistor encendido en la mesilla, escuchando atónita aquel sorprendente relato. Un padre que vigilaba la enfermedad crónica de uno de sus hijos, hacía caso al locutor, preocupado en el salón. Mucho más lejos, un joven estudiante no podía prestar atención a los libros y prefería centrar su interés en la voz profunda que fluía de los bafles. No serían muchos más los radioescuchas que seguían de madrugada la historia del hombre sin figura.

Anduve en gigantescas cumbres destrozando el calzado. Sufrí el frío de la nieve blanca, y me perdí a menudo en los bosques. Vi volar las ánimas de los antepasados entre las tumbas de los cementerios, y escuché gritos de batalla en castillos arrasados. Bajé a la ciudad, y me extravió el estruendo de hombres y mujeres extraviados. No tuve alternativa, tuve que llegar al mar, y sus olas me absorbieron. Cuando estaba a punto de ahogarme, un semidiós de cuerpo robusto y recios músculos me cogió en sus brazos y me salvó del remolino de las aguas desmedidas. Agradecido, le abracé en la pradera junto a la playa, y le di un beso en su hermoso rostro.
Al oír aquello, los radioyentes le vieron la cara al locutor, pues supieron que estaba contando la misma historia que vivieron en vidas pasadas, y se percataron de que el narrador de voz profunda asía los sueños y temores de cada uno de ellos. Y ellos mismos, a través de las ondas, le dieron un beso a su socorrista. Y así lo hicieron en adelante cada noche oscura.
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10 Comentarios:

Anonymous Anónimo escribió...

Otro copazo de estos y me emborracho.

2/14/2007 08:17:00 a. m.  
Anonymous Anónimo escribió...

Hola.
Por problemas técnicos con el servidor (desapareció) he tenido que crear un blog nuevo en otro sitio.
La nueva dirección es:

http://lobogrinoo.blogspot.com/

Un saludo.

2/14/2007 12:10:00 p. m.  
Blogger Da Vinci escribió...

¿Dónde estará mi socorrista?

2/14/2007 12:59:00 p. m.  
Anonymous Anónimo escribió...

Qué pena, como no se nadar, a mí nunca me salvará un socorrista tan "cachas" como este!
Me voy a inscribir a un curso de natación ahora mismo.

2/14/2007 06:44:00 p. m.  
Anonymous Anónimo escribió...

A mí aún me quedan socorristas por besar...
Que los besos virtuales no son iguales.
Que un abrazo en la distancia sabe a poco.

2/15/2007 10:15:00 a. m.  
Anonymous Anónimo escribió...

Extraño y bonito relato.
Pero extraño...
Abrazos.

2/15/2007 11:50:00 a. m.  
Blogger pon escribió...

Un cuento para ahuyentar los demonios, besos para espantarlos, la fantasía que aplaza la muerte.

2/15/2007 05:07:00 p. m.  
Anonymous Anónimo escribió...

Y ahora tambien somos socorristas....
Dios que fatiga.
Bien, aquí estamos.

2/16/2007 01:50:00 a. m.  
Anonymous Anónimo escribió...

Algunas veces pienso que es mejor dejarse arrastrar dulcemente mar adentro y licuarte con las olas, dormir; se pierden las esperanzas en los socorristas, en los de fuera y en los que están dentro de uno mismo.

2/16/2007 01:31:00 p. m.  
Anonymous Anónimo escribió...

María, ¿vienes?

2/16/2007 08:58:00 p. m.  

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