Demasiado tibio
Tu dedo señala el cruce de caminos.
A un lado el camino es liso, ancho, protegido por la sombra de los árboles. Al otro lado, en cambio, parece que se pierde el rastro entre las rocas, escabroso, escondido por argomas y hierbajos, arriba y abajo.
Quieres tomar el peor camino, y yo no sé por qué.
Noto tu brazo alrededor de mi cuerpo, sosteniéndome la cintura.
Tomas el peor camino, y yo espero.
Después de haber ocurrido, ¡cómo cambian los sucesos previstos de determinada forma!
Así, dejo la sombra y el hospedaje ocasional, y me aferro contigo a la tortuosa vida de mundos desconocidos. Llena de riesgos. Rebosante de obstáculos. Plena de imprevistos.
Si volvemos al camino fácil, amigo, si llego a la tranquila senda sin que me dé un ataque, me aburriré, sin duda, aunque encuentre una vida más cómoda.
Pero, a pesar de ello, no te puedo confesar que prefiero esto, así es como me ha tocado y lo acepto sin más, eso es todo.
Fumaría un cigarro, pero prefiero acordarme de ti.
Tomaría una ducha templada, pero para eso también soy demasiado tibio.
10 Comentarios:
caminante, no hay camino, sino estelas en la mar....
tibio tu?zendoia me tienes cansada de sentir no te digo más... no sabes como me identifico con partes de este escrito.
Caminos escabrosos... su recorrido te asegura recuerdos imborrables... y si es de su mano... vale la pena.
Besos Josemarí. Bellísimo leerte, como siempre.
El camino sigue y sigue desde la puerta....
Joder!!!
Impresionante, Jose Mari, cómo tejes con las palabras tu poesía.
Alucinando estoy todavía de lo bonito que es esto...
Elegir el camino correcto es la decisión más dificil del mundo; lo mejor, sentarse al borde del camino, meditarlo bien, y adelante. Y si te equivocas... nada de volver atrás, a elegir un camino nuevo y a crecer con lo vivido.
Genial.
Mis caminos suelen ser solitarios. Creo que me he acostumbrado tanto a caminar solo que me agobia caminar con alguien.
Mil veces más: gracias por tus palabros.
De mayor quiero escribir parecido a ti.
Mil abrazos, amigo.
Cuando decides andar un camino, hay que aceptar también sus retos y peligros,confiados de que seguro algo bueno siempre se obtendra de ellos, porque en relación a lo que dice esta hermosa estrofa, la comodidad siempre termina por enfriar la tibieza de nuestras almas... Precioso, un abrazote
Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas!...
¿Adónde el camino irá?
Yo voy cantando, viajero,
a lo largo del sendero...
—La tarde cayendo está—.
En el corazón tenía
la espina de una pasión;
logré arrancármela un día;
ya no siento el corazón.
Y todo el campo un momento
se queda, mudo y sombrío,
meditando. Suena el viento
en los álamos del río.
La tarde más se oscurece;
y el camino se serpea
y débilmente blanquea,
se enturbia y desaparece.
Mi cantar vuelve a plañir:
Aguda espina dorada,
quién te volviera a sentir
en el corazón clavada.
(A.Machado)
Por regla general los caminos fáciles y trillados sólo llevan a la tristeza, cómoda pero solitaria pensando lo que pudo haber sido y no fue.
¿Que importa que sea fácil o dificil si voy de tu mano?
¿Que importa que haya baches y cantos si de la mano los salvamos?
Desde cualquier camino se ve salir el sol y se le puede divisar poniéndose, unas veces creando un hermoso atardecer y otras cubriéndolo de nubarrones grises. En todos los caminos hay remansos donde descansar. En cualquier ruta es posible perderse o encontrarse pero juntos andamos, juntos nos caemos y juntos nos levantamos.
Publicar un comentario
<< La Taberna del Mar