Estallidos

La prometedora sensación de ser
a la vez
espuela y anca.
Pero el azul defiende
un atardecer ilógico
que abomina de perpetuidades.

Mejor quemarse rápido que agonizar dos siglos.
Estallar.
Estallidos.
Un solo estallido.
De golpe, sin siseos.

Di que sí a todo y abomina de nuevo.
Nada espero porque nada quiero.
Disparando al aire, al acaso.
Desbaratando.
Disparatando.
En una pavorosa celda de atardecer psiquiátrico.
Me arrojo a lo de siempre
¡hosanna en los infiernos!

Anhelo deshabitarme,
lanzarme de mi adentro
y realojarme en féretro de niño,
en cremallera rota, en pus,
en vibración lumínica de laguna verdosa,
en agostadas mieses.

Camino errante pero firme
hacia la materialización objetiva del delirio.

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