Otoño en Wyoming
(En memoria de Matthew Shepard, asesinado por odio el 12 de octubre de 1998 en Laramie (Wyoming), a los 21 años de edad)
Otoño en Wyoming (1998)
¡Qué rápido se pierde la mirada
en las anchas praderas de Wyoming!
¿Quizá presientes algo?
Te agarras las rodillas con firmeza
y te acurrucas.
Los gorriones descubren los primeros
escalofríos de invierno adelantado.
¿Cómo han podido?
¿No vieron tu desvalida ternura?
Hay pájaros que mueren atrapados
entre alambres de jaula.
¡Qué pronto llega el otoño en Wyoming,
cómo acaricia el viento helado tu pelo de ángel!
¿Cómo hemos podido?
¿No hemos visto tu infinita melancolía,
tus apasionados sueños?
La libertad ha muerto otra vez en Wyoming,
crucificada en una alambrada de espino.
Orquídeas de otoño amoratadas
adornando tu carne en Wyoming.
Otoño en Wyoming (1998)
¡Qué rápido se pierde la mirada
en las anchas praderas de Wyoming!
¿Quizá presientes algo?
Te agarras las rodillas con firmeza
y te acurrucas.
Los gorriones descubren los primeros
escalofríos de invierno adelantado.
¿Cómo han podido?
¿No vieron tu desvalida ternura?
Hay pájaros que mueren atrapados
entre alambres de jaula.
¡Qué pronto llega el otoño en Wyoming,
cómo acaricia el viento helado tu pelo de ángel!
¿Cómo hemos podido?
¿No hemos visto tu infinita melancolía,
tus apasionados sueños?
La libertad ha muerto otra vez en Wyoming,
crucificada en una alambrada de espino.
Orquídeas de otoño amoratadas
adornando tu carne en Wyoming.
9 Comentarios:
Quedo tan conmovido por el recuerdo de aquella trágica muerte como por la belleza del poema. Un saludo.
No olvidarlo es una manera de reparar la injusticia...
Gracias por los versos, gracias por recordar.
gracias por recordarnos la historia de Mathew Wayne Shepard, son historias que no deben olvidarse. El poema es bellísimo, ¿es tuyo?
un abrazo.
gracias a vosotros.
todo es nuestro en esta pagina, las fotos, los poemas (cuando no es nuestro ponemos el autor)
Lo que no es nuestro son las copas que os tomais, aunque luego tengamos que fregarlas.
UNA RONDA
Lamentablemente el camino de la libertad, del ser persona tiene a veces un precio demasiado alto.
Gracias por traer a nuestra memoria hoy el recuerdo de ese pájaro al que apagaron su latido y su fino canto pero perdieron la batalla de esconder el brillo de sus alas.
¿Por qué la alambrada no sirve para encerrar a los asesinos de orquídeas, y no para que ellos la usen desgarrando flores en otoño?
Hay un pájaro en Australia que se abalanza contra las espinas del endrino y muere. Al ensartarse canta por única vez en su vida; el trino más maravilloso que se pueda escuchar.
Mathew cantó su libertad; que su trino no se pierda en el viento.
Gracias por no olvidar, nunca deberíamos olvidar a aquellos que murieron victimas de la ignorancia y el miedo, cuando uno muere todos morimos un poco y su recuerdo es lo que nos mantiene vivos.
¿Podrá acabar ya todo esto?
¿Es así de difícil dejar que la vida fluya?
Las alambradas tienen que desaparecer.
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