La taberna del mar: Cuatro mil pesetas y sin baño

30 mayo 2006

Cuatro mil pesetas y sin baño

Cuatro mil pesetas y sin baño (2005)

Ayer apareció entre las páginas de un libro
la factura de un hotel en la calle Almirante.
Hace ya once años.

Cuatro mil pesetas y sin baño
(pagábamos a medias).
Y sin ventana.
Y sin calefacción.
Y qué frío hacía en ese hotel
pero qué feliz fui con tus abrazos
a pesar de lo pronto que tuvimos que irnos
para volver a nuestras camas de siempre.

Y aquí estamos ahora, como casi todos los días:
yo muerto de nostalgia en el salón,
tú leyendo en la cama.
Y me meto contigo bajo las sábanas,
tiritando,
como aquella vez hace ya once años, pero ahora es agosto.
Y me miras como si me hubiera vuelto loco.

Pero esa factura de la calle Almirante
me ha hecho sentir que hoy es otra vez aquel día,
que no tenemos baño ni ventana,
que estamos en enero,
que voy a tener que ahorrar para conseguir otra vez dos mil pesetas
para pasar contigo algunas horas.

Estoy helado y el termómetro marca
treinta y dos grados a la sombra.

9 Comentarios:

Anonymous Anónimo escribió...

es tan agradable recalar aquí...
es tan agradable leeros.
gracias.
solo eso: gracias.

5/30/2006 08:23:00 a. m.  
Blogger Ana escribió...

La estaba esperando Jose.
Cuanto pueden dar de sí cuatro mil pesetas...

5/30/2006 09:48:00 a. m.  
Anonymous Anónimo escribió...

Habrá que ponerse a ahorrar para poder sentir ese frío, que a su vez es tan agradable que a todos nos gustaría sentirlo.
Besos y gracias

5/30/2006 12:43:00 p. m.  
Anonymous Anónimo escribió...

Yo sí que estoy muerto de nostalgia en el salón, sí que me he vuelto loco. Como casi todos los días.
Esperando que hoy sea la excepción, que hoy se llene la taberna de pescado fresco y ron.

5/30/2006 03:54:00 p. m.  
Anonymous Anónimo escribió...

Felicidades por rentabilizar así lo que no vale para nada (=el dinero) y darle un valor mucho más importante (=el amor).
Un abrazo agradecido.

5/30/2006 05:19:00 p. m.  
Anonymous Anónimo escribió...

Cuantas veces echo mano a los recuerdos, llamo a la nostalgia para que me haga compañía cuando siento menos, cuando estamos lejos... y echo mano del pasado con mi manía de guardar las cosas, con ese aire fetichista al que acudo para volver a acurrucarme en tu pecho como hace 6 años cuando no habia nada más importante, cuando todo el tiempo era para el otro, cuando haciamos locuras para volver a vernos, cuando pagabamos un hostal horrible en Cuenca, cuando madrugabas en vacaciones para acompañarme a cuidar a mi sobrino, cuando el deseo nos atrapaba en la calle y no importaban los ojos que nos miraban... hoy te miro me acuerdo que te quiero.

5/30/2006 08:30:00 p. m.  
Anonymous Anónimo escribió...

Y aquellos cámpings territorios únicos de nuestras espaciadas convivencias.
Y aquellos viajes para el encuentro, uno tú y otro yo. Cuando el autobús que te separaba de mí recorría los primeros metros que ponía de por medio y yo sentía una punzada en el estómago.....
Los nervios en los últimos kilometros del autobús que me acercaba a ti...
Necesitamos recordar todo esto para darnos cuenta de que una vez ocurrió.

5/30/2006 08:55:00 p. m.  
Blogger un-angel escribió...

...el amor nos trae imágenes hermosas de los objetos más insospechados. Hasta de una factura. Que hermosas reflexiones en esta taberna, gracias...

5/30/2006 11:58:00 p. m.  
Blogger Ana desde el Sur del Mundo escribió...

Mientras duermes
yo aun en vigilia
y te veo más allá de todo
te encuentro
en lo que quiero soñar
y en los recuerdos perdidos
Mientras duermes...
siento tu calidez
y me conmueves hasta el alma.

5/31/2006 05:09:00 a. m.  

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